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Promocionando enfermedades: medicinas para los sanos


Las farmacéuticas exageran sobre afecciones comunes para captar a más clientes


Dos ejemplos: el debilitamiento de los huesos y la disfunción sexual femenina




Henry Gadsden, ex director de la compañía farmacéutica Merck, dijo hace 30 años que su sueño era producir medicamentos para las personas sanas y así vender a todo el mundo. Con este concepto como principio fundamental, la industria intenta expandir los límites de las enfermedades, ampliando los parámetros del riesgo, publicitándolas e incluso rebautizando afecciones comunes con sonoros nombres.

Así lo explica Joan-Ramón Laporte, catedrático de farmacología de la Universidad Autónoma de Barcelona: “Ahora las principales amenazas para la salud son el colesterol (cualquier cifra de colesterol), la osteoporosis de la mujer, la tristeza, la soledad, la timidez (rebautizada para la ocasión como fobia social), el luto, el complejo de Edipo, el niño inquieto, más recientemente el adulto revoltoso, la impotencia masculina, la calvicie, y en general cualquier causa de malestar” (1).

La revista médica British Medical Journal dedica una edición especial, llamada “En busca de las no-enfermedades”, a describir la tendencia creciente a clasificar como enfermedades los problemas humanos (2). El concepto de disease mongering (promoción ó patrocinio de enfermedades) fue acuñado en este sentido por Lynn Payer como el proceso de “tratar de convencer a gente sana de que está enferma, y a gente levemente enferma, de que está muy enferma”.

El fenómeno de disease mongering ha ido cobrando protagonismo en los últimos años y son cada vez más frecuentes las advertencias a profesionales y pacientes de los efectos de las campañas de la industria. En el año 2006 se celebró el primer congreso monográfico sobre el tema en Newcastle (Australia) que concluyó con la publicación de un número especial de la prestigiosa revista PLOS Medicine en el que se exponían las principales conclusiones del encuentro (3). Los firmantes instaban a los políticos a promover definiciones claras de enfermedad sin ningún tipo de influencia de la industria a la vez que reconocían el papel fundamental de los periodistas en la transmisión de una información médica veraz e independiente.



Un ejemplo de las campañas de promoción es la de Lipitor (atorvastatina), de Pfizer, en Francia y Canadá. En el anuncio aparecen los pies de un cadáver en una morgue con una etiqueta en el dedo que reza “Causa de muerte: Ataque al corazón” junto con un titular que invita a elegir entre “un test de colesterol o un examen final”.

Otro ejemplo es el de la osteopenia, una fase previa a la osteoporosis por baja mineralización de los huesos. Desde hace años existe una intensa campaña mediática de concienciación al respecto y cada vez más mujeres se tratan preventivamente. Sin embargo, existen dudas de la eficiencia de esos fármacos, inicialmente aprobados para la osteoporosis, en el tratamiento de la mucho más común osteopenia. El médico Pablo Alonso expone que este es un caso donde se sobrevalora “el riesgo de estar en riesgo” mientras que los efectos secundarios de los fármacos pasan a un segundo plano (4). Hasta la propia definición de la enfermedad está sometida a controversia, algo muy común en los casos de promoción de enfermedades, ya que desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se proporcionan unos datos para identificar la osteopenia que desde la propia organización se consideran “algo arbitrarios”. En Madrid, la Consejería de Sanidad exigió en 2007 a Lilly y Procter & Gamble que suavizaran la promoción de sus fármacos contra la osteoporosis (Evista y Actonel).


Foto - "Actúe desde temprano con Actionel (...) para revertir la pérdida de huesos y prevenir fracturas"



Un caso paradigmático: la disfunción sexual femenina

En 1998 la salida al mercado del conocido Viagra supuso una revolución en el sector farmacológico; 17 millones de hombres fueron recetados dicho medicamento y el volumen de ventas tan sólo en 2001 superaba los 1500 millones de dólares. En este contexto no fueron pocos los que se preguntaron cómo se podría obtener un fármaco similar para la otra mitad de la población. A pesar de las dificultades para definir sus síntomas (no hay equivalente femenino de la falta de erección), en 1998 se celebró la primera conferencia internacional, financiada por 8 compañías farmacéuticas, en la que se estableció un consenso clínico sobre una nueva patología: la disfunción sexual femenina. Dieciocho de los 19 autores firmantes tenía lazos económicos con la industria.

Un año más tarde, en un artículo publicado en la revista JAMA se definió la prevalencia de la enfermedad a través de una encuesta a mil quinientas mujeres americanas. El diseño de la encuesta, ampliamente críticado por sus sesgo, permitió identificar como enferma a cualquier mujer que hubiera manifestado falta de apetito sexual en los últimos dos meses, independientemente de su situación personal. El resultado fue que un 43% de la población femenina sufría de disfunción sexual (5).
Foto - Itrinsa, los parches contra la "disfunción sexual" de las mujeres, prohibidos en EEUU

Aquel era un mercado suculento. En los siguientes 2 años las conferencias internacionales y reuniones de expertos en la materia se sucedían, al tiempo que crecía el interés de la industria: 20 compañías financiaron el último encuentro en 2001. Y de forma paralela, ingentes esfuerzos se dedicaban al desarrollo de un fármaco. Sin embargo, en estos años parte del sector sanitario y académico comenzó a mostrarse crítico y preocupado por la influencia de la industria en la definición de nuevas patologías. La creciente concienciación por el fenómeno culminó en 2004 cuando la agencia reguladora del medicamento en EEUU impidió la comercialización del primer tratamiento para la disfunción sexual femenina, unos parches de testosterona de los laboratorios Procter & Gamble. En la presentación de unos ensayos clínicos dudosos, los beneficios del tratamiento se sobredimensionaban al tiempo que unos efectos secundarios nada desdeñables (cáncer de pecho, enfermedad cardiaca) eran tratados como riesgos asumibles.

A día de hoy, la disfunción sexual femenina sigue sin tener una definición convincente. Sin embargo, al contrario de lo que se podría pensar después del revuelo que causó el primer intento de tratamiento, la industria no se ha dado por vencida. En este sentido se acaba de publicar un libro sobre las vueltas de las farmacéuticas en su intento por conseguir un tratamiento para esta supuesta enfermedad. El último ejemplo se dio en junio de este año cuando un comité de expertos externos consultados por la agencia americana del medicamento (FDA) desaprobó la comercialización de flibanserina, la última versión de lo que se ha comenzado a denominar “viagra rosa”. Como suele suceder, el desarrollo del fármaco fue acompañado de una campaña de concienciación sobre el problema antes de su lanzamiento.

La sección de salud del diario inglés Daily Mail, particularmente notoria por su falta de credibilidad (hay una web, kill or cure?, que recopila de forma cómica las incongruencias de sus noticias sobre productos que a la vez curan y causan cáncer), promociona el viagra rosa en un artículo reciente. Presenta el problema de la disfunción sexual femenina como uno de los retos de la industria cuya solución “haría sentirse realizadas a miles de mujeres que sufren de frustración sexual”. A falta de tratamiento específico, se sugiere de forma poco prudente que el Viagra masculino también puede ser efectivo en mujeres. La noticia está además adornada con testimonios de actrices famosas (como la popular Samantha de Sexo en Nueva York) alabando los efectos del Viagra.

Para completar el proceso de sensibilización también encontramos una serie de cuatro documentales en Discovery Channel llamados “Entendiendo el deseo sexual femenino” que han sido promocionados por Boehringer Ingelheim, la misma compañía que desarrolla el tratamiento. En el otro lado de la balanza está la “New view campaign”, un movimiento que bajo el lema “¿sexo por nuestro placer o por su beneficio?” pretende acabar con la idea interesada y simplista de que los problemas sexuales son puramente médicos y se pueden acabar con mágicas curas. Otra iniciativa más para llamar la atención de una situación que se prolonga en el tiempo.

Ray Moynihan, periodista e impulsor del movimiento contra la promoción de enfermedades,resume el objeto de la necesaria concienciación sobre el fenómeno: “El público tiene derecho a conocer la controversia que rodea la definición de enfermedad y el curso natural relativamente benigno de muchas condiciones. Es necesario un programa público e independiente de des-medicalización basado, no en intereses de accionistas ni en arrogancia profesional, sino en la dignidad humana” (6).

Illustración: Giovanni Maki para la revista PLOS

Referencias

1. Laporte, R. 2005. Prólogo para el libro de Jorg Blech “Los inventores de enfermedades”. http://www.osalde.org/drupal-5.1/files/boletines/opiniones/OPiniones_11-05.pdf

2. British Medical Journal. 2002; 324 : 883. http://www.bmj.com/cgi/content/extract/324/7342/883

3. PLOS Medicine Disease Mongering Collection. 2006. http://www.ploscollections.org/article/browseIssue.action?issue=info:doi/10.1371/issue.pcol.v07.i02

4. Alonso-Coello, P. 2008. Drugs for pre-osteoporosis: prevention or disease mongering. BMJ; 336 : 126 http://www.bmj.com/content/336/7636/126.extract

5. Laumann, EO et al. 1999. Sexual Dysfunction in the United States. JAMA 281:537-544 http://jama.ama-assn.org/cgi/content/abstract/281/6/537

6. Moynihan, R. 2002. Selling sickness: the pharmaceutical industry and disease mongering. BMJ. 324: 886–891 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1122833/?tool=pubmed

periodismohumano
Magda Durán: "La menopausia la vivimos 30 años y hay que saber llevarla bien"


La ginecóloga combate en 'Menopausia ¡naturalmente!' la imagen negativa de esta etapa de la vida de la mujer


Cristina Mont

La doctora Magda Durán Jordá ( foto ) es especialista en obstetricia y ginecología y es responsable del Área de Menopausia del Hospital Clínic de Barcelona. También ha sido Presidenta de la Sección de Menopausia de la Sociedad Catalana de Obstetricia y Ginecología. Recientemente ha publicado el libro Menopausia ¡Naturalmente! que pretende acercar la información sobre esta etapa a todas las mujeres de forma fácil y entretenida. ¿Qué debo hacer cuando me acerco a la menopausia? ¿Cómo afronto síntomas como los sofocos o la falta de libido? ¿Hay soluciones? Todas estas son preguntas que a menudo se hacen las mujeres alrededor de los 50 y que ahora pueden consultar en un libro ameno pero riguroso. Hablemos de la menopausia.

 
¿Por qué un libro sobre la menopausia?
El título ya lo dice todo, Menopausia ¡Naturalmente! Quería desmitificar la negatividad y el tabú que rodean este tema. Cada vez se habla más de la menopausia pero se sigue viendo como una cosa muy negativa. Es cierto que es el inicio del proceso de envejecimiento de la mujer pero si la esperanza de vida de las mujeres es de 83 años significa que vivimos más de 30 años en la menopausia. Además también tiene su lado positivo, tienes mucha más experiencia personal y profesional. Pienso que es suficientemente importante como para pensar que sí que hay una serie de cambios pero debes saber llevarlo bien y esto es lo que intento transmitir porque nunca se ha reflejado en un libro.

¿No?
Lo que se había hecho hasta ahora eran publicaciones muy técnicas, nada para la mujer. Nosotros hemos hecho un libro lo más fácil posible, intercalando información y casos clínicos con los que la mujer realmente se siente identificada. Hasta hay un capítulo de conversaciones en la playa, que no es nada más que conversaciones entre mujeres que se encuentran en esta etapa de la vida. Mucha gente se identificará con el libro que puedes leer de arriba a bajo o tenerlo como manual de consulta. Por ejemplo, también hay muchas páginas dedicadas a los tratamientos con plantas, ya que cada vez más las mujeres rechazan el tratamiento hormonal; o a la sexualidad.

¿Por qué con plantas?
Las mujeres orientales manifestaban muy poca sintomatología en la menopausia y eso se relacionó con su dieta, muy rica en soja. En esto hay parte de razón pero no lo es todo. En estos casos son muy importantes los aspectos socioculturales. La mujer europea manifiesta la menopausia como un aspecto negativo porque se relaciona regla con juventud y a la mujer le da la sensación que cuando pierde la regla pierde lo más significativo de su feminidad. En cambio en los países orientales la menopausia se percibe de forma muy distinta. Las mujeres orientales, con los años, adquieren un estatus social muy alto. El culto a los abuelos, que aquí se ha perdido, allí está muy relacionado también con la menopausia. Esto, por ejemplo, hace que las mujeres orientales tengan muchos menos sofocos que las occidentales. Además, por supuesto, del consumo de soja.

¿Qué le dice a una mujer que se acerca a la menopausia?
Le hago ver que es una nueva etapa de su vida en la que estaremos muchos años y que se enfrentaran a una serie de cambios aunque todavía no hayan dejado de tener la regla. Cuando la regla empieza a hacer el tonto hay una serie de requerimientos para prevenir osteoporosis y enfermedades cardiovasculares. Los síntomas a corto plazo no te afectan desde un punto de vista médico pero con los años pueden derivar en estas enfermedades. Por eso es importante hacer prevención. Tan fácil como caminar 30 minutos al día, a las que les gusta el gimnasio perfecto pero si no es el caso caminando 30 minutos al día es suficiente. También es importante tomar el sol moderadamente, absorbes vitamina D, y sobre todo hacer una dieta rica en calcio porque no sabes qué densidad ósea tienes al llegar a la menopausia y los cinco primeros años los huesos pierden mucho calcio. También les advierto de los cambios y síntomas que podrían manifestar.

¿Cuáles son estos cambios?
En la menopausia inicial, lo primero que se manifiesta son los sofocos. También irritabilidad, insomnio, nerviosismo, disminución de la libido, falta de concentración y sudoración nocturna. A medio plazo, cuando ya han pasado unos años, el síntoma principal es la atrofia vaginal. Por eso es importante prevenir este síntoma con cremas de estrógenos ya que si se llega a la atrofia pueden aparecer problemas de infecciones o incontinencia. A largo plazo, si no se hace prevención, ya son las enfermedades cardiovasculares y la osteoporosis. Con todo esto no quiero dar un mensaje negativo sino transmitir la importancia de la prevención y destacar que hay tratamientos para los síntomas. Además hay que tener en cuenta que no todas las mujeres manifestaran los síntomas y también cada una lo hará de forma más o menos acentuada. Por eso es importante ir al médico y conocer las opciones, que pueden ser no hacer nada, hacer tratamientos con plantas o hacer tratamientos hormonales.

¿Entonces, a qué deben estar especialmente atentas las mujeres?
Deben entender que por un lado está la prevención a largo plazo y por el otro los síntomas. Las medidas de prevención contra osteoporosis, las enfermedades cardiovasculares o la sequedad vaginal son lo más importante. El tema de las enfermedades cardiovasculares es curioso porque así como en la edad en que la mujer tiene la regla normalmente son los hombres los que tienen más riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, cuando la mujer está en la menopausia la tendencia se invierte. Lo que es evidente es que si la mujer llega a la menopausia y es fumadora u obesa el riesgo es todavía más elevado. En este caso la prevención pasa por dejar de fumar o perder peso. Si partimos de que tenemos unos hábitos saludables, lo importante es caminar.

¿Y qué hacemos con los síntomas?
El tratamiento de los síntomas ya es algo más personal. Es la mujer la que debe decidir. Es cuestión de encontrar soluciones. Son las mujeres las que, a partir de la información sobre tratamientos que les dé su ginecólogo, deben aprender a proponer lo que creen que necesitan. Sólo uno mismo sabe cómo le afectan los síntomas y si necesita tratarlos. Realmente hay mujeres que tienen una sintomatología muy acentuada y puede resultar incómodo, pero se puede tratar.

http://www.lavanguaedia.es/
La industria farmacéutica hoy


Cualquier producto que demuestre ser mejor que un placebo puede ser comercializado
La industria gasta el doble en promocionar los medicamentos que en su investigación y desarrollo


Guzmán Sánchez

La industria farmacéutica, encargada de la producción y comercialización de medicamentos, es uno de los sectores económicos más importantes del mundo. La Fortune 500 list – la lista de las 500 mayores empresas del mundo – indicaba en 2002 que el volumen de beneficios de las 10 mayores farmacéuticas superaba los beneficios acumulados de las otras 490 empresas de la lista.

En 2004, las ganancias de una sola compañía, Pfizer, fueron de 11.000 millones de dólares. Más recientemente, en el último cuatrimestre de 2009, Novartis, responsable entre otras de la producción de la vacuna contra la gripe A, ha generado unos beneficios que superan en un 54% los del mismo periodo del año anterior. Estos datos muestran a un sector estratégico, con un gran volumen de ganancias que le permiten gozar de extraordinarias cuotas de poder.



Farmacia de Essen, Alemania (Martin Meissner / AP)
El desarrollo de un nuevo fármaco es un proceso largo y muy costoso, estimado en 300-600 millones de dólares [1]. De las moléculas investigadas, una ínfima proporción llegará al mercado. A partir del momento en que la patente sea aceptada la compañía contará con 20 años de exclusividad en los que intentará recuperar el dinero invertido. Aún así, amortizar el gasto de desarrollo y producción de un nuevo medicamento es una tarea complicada por la intensa competitividad del mercado. Esto explicaría los altos precios de venta. Sin embargo, las cifras presupuestarias de las empresas farmacéuticas sugieren algo distinto. Mientras que la investigación y el desarrollo de fármacos recibe alrededor de un 13% del presupuesto, la parcela dedicada a marketing se sitúa entre un 30 y un 35% del presupuesto anual [2]. Por tanto, se gasta más del doble en promocionar un medicamento que en su descubrimiento y desarrollo.


Pfizer en Nueva York (Juan Luis Sánchez)
Los medicamentos nuevos pueden ser de dos tipos: las ‘nuevas entidades moleculares’ o los conocidos como ‘me too’ (yo también), que son aquellos que ya tienen en el mercado equivalentes químicamente casi idénticos. Estos últimos son los que más proliferan porque son los más rentables. Por un lado, el riesgo es menor porque ya se tiene la referencia del consumo de otros fármacos parecidos y se colonizan mercados previamente establecidos. Por otro, la normativa que regula los ensayos clínicos es lo suficientemente permisiva como para que cualquier producto que demuestre ser mejor que un placebo, pueda ser comercializado. La producción de estos medicamentos que no aportan nuevas funciones es la contribución más importante del sector farmacéutico: asciende a aproximadamente un 75% de los medicamentos aprobados anualmente[2].

El argumento fundamental que esgrime la industria con respecto a la producción de medicamentos ‘me too’ es la mejora de los tratamientos existentes. Sin embargo, hay datos que apuntan lo contrario. Desde 2000 hasta 2006, 441 fármacos ‘me too’ fueron aprobados para su comercialización pero tan sólo 44 (10%) significaron una mejora en el tratamiento [3]. Por tanto, el éxito de ventas de los nuevos productos depende enteramente de una intensa labor de promoción. Un ejemplo de lo anterior es la familia de las estatinas, empleadas para bajar los niveles de colesterol en sangre. La primera molécula fue lanzada al mercado en 1987 y desde entonces cinco versiones de la misma han sido comercializadas con precios cada vez más elevados pero sin evidente mejora. Conforme iban venciendo las patentes, las compañías han ido lanzando nuevas estatinas con ligeras modificaciones que, asociadas a grandes campañas de marketing, mantenían el alto nivel de beneficios. Como comenta Dr. Sharon Levine, director ejecutivo de Kaiser Permanente Medical Group, “Si soy un productor y puedo cambiar una molécula para conseguir otros 20 años de patente, convencer a médicos para que la receten y a pacientes para que la demanden, (…) por qué voy a invertir mi dinero en proyectos mucho más inciertos con nuevas moléculas?”.


Eckehard Schulz / AP

Todavía en este punto se podría razonar que si ese 75% de fármacos redundantes proporciona los beneficios económicos suficientes para financiar los medicamentos realmente importantes, hasta cierto punto se justificaría todo lo anterior. Aunque parece que esto tampoco es cierto. Marcia Angell, profesora de Salud Pública de la Universidad de Harvard y editora durante 20 años de New England Journal of Medicine, la revista médica de mayor impacto junto a The Lancet, pone en duda el carácter innovador de la industria: “Por increíble que parezca, sólo unas pocas drogas importantes han aparecido en el mercado en los últimos años, y estas provenían en su mayoría de investigaciones realizadas en instituciones académicas, pequeñas compañías biotecnológicas, o de centros públicos de investigación como el NIH (National Institutes of Health) en Estados Unidos” [3]. Esto es así en la práctica totalidad de los medicamentos para enfermedades graves como cáncer o SIDA.

En la misma línea argumental, J.Drews, ex investigadora de Hoffmann LaRoche, afirma: “La industria farmacéutica está sustituyendo su antigua organización investigadora por un montaje técnico (…) totalmente incapaz de desarrollar nuevas ideas o conceptos. Las divisiones de investigación de los grandes laboratorios han dejado de ser autónomas y ya no pueden autogestionarse. Están dirigidas por juristas, financieros, vendedores y gerentes comerciales incapaces de imaginar el futuro si no es como sucesión lineal de los desarrollos ya existentes (…) La industria farmacéutica ha creado unas condiciones que eliminan la originalidad, la creatividad y la libertad y favorecen el consenso, la imitación, la sumisión y el espíritu repetitivo”[4].

En próximos artículos revisaremos algunos de los paradigmas del mercado farmacéutico: la relación entre la industria y los profesionales de la salud, el fenómeno de la promoción de enfermedades y la posición de las agencias reguladoras en el control de los abusos de la industria.

Referencias:
1. Martín Moreno, S. 2001. Ética de la prescripción. Conflictos del médico con el paciente, la entidad gestora y la industria farmacéutica. Medicina Clínica Vol.116 Núm. 8 http://www.doyma.es/revistas/ctl_servlet?_f=7216&articuloid=15291
2. Angell, M. 2004. The truth about drug companies. New York Review of Books. http://www.nybooks.com/articles/archives/2004/jul/15/the-truth-about-the-drug-companies/
3. Angell, M. 2007. Health policy, pharmacy and pharmacology talks at Winsconsin School of Medicine and Public Health. http://videos.med.wisc.edu/videoInfo.php?videoid=940/
4. Drews, J. 2006. In quest of tomorrow´s medicines. Springer: New York. p221 (citado en Forcades i Villa, T. 2006. Los crímenes de las grandes compañías farmacéuticas. Cuadernos CiJ. 2006)

periodismohumano
Ellas siguen dietas muy estrictas


Paris Hilton, Beyoncé, Madonna y Carmen Lomana: todas ellas padecen ortorexia


Este trastorno obsesivo, que lleva al extremo la idea de alimentación sana, lo sufren algunos famosos que siguen la dieta macrobiótica, la del jarabe de arce o la del grupo sanguíneo

En las revistas, programas del corazón, páginas web de «celebrities»... en todos estos sitios se hablan de las dietas de los famosos. Además de sus prendas, peinados y maquillaje, se analizan sus kilos de más y de menos y es por esto, que muchas de las estrellas de Hollywood están tan muy pendientes de su figura.

Tanto es así, que algunas de ellas incluso pueden llegar a padecer ortorexia, que consiste en «un control exhaustivo y cada vez más estricto de los componentes de los alimentos», según explica el nutricionista y naturópata del Instituto Médico de la Obesidad (IMEO), Rubén Bravo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la ortorexia afecta en la actualidad al 28% de la población de los países occidentales y, según Bravo, su prevalencia «podría ir en aumento» en los próximos años, ya que la sociedad actual «tiende a los extremos» y las personas o se cuidan en exceso o no se cuidan «nada y tienden a la autodestrucción con la comida como ocurre con la obesidad».

La ortorexia normalmente, conduce al «aislamiento social», ya que el individuo «se agobia» si por ejemplo tiene que asistir a una comida entre amigos o una comida empresarial. Además, muchos de estos pacientes presentan déficit en su masa corporal, hipotensión y problemas cardiovasculares serios al descartar alimentos necesarios para el desarrollo del cuerpo humano.

Sanas aunque «les cueste» la salud
Una de las últimas famosas en salir a la palestra por su nueva dieta ha sido Paris Hilton, quien ha pasado de «barbie esbelta» a muñeca culturista. La rubia millonaria ingiere 3.500 calorías diarias, 1.500 más de las que debería consumir una mujer de su edad y realiza una intensa rutina de entrenamiento físico.

Al parecer, ha sido su novio norteamericano Cy Waits, culturista aficionado, quien habría influido en el cambio de alimentación de Paris, quien en la Semana de la Moda de Sao Paolo se mostró más rellenita que de costumbre.

Madonna, Carmen Lomana (quien paradójicamente anuncia hamburguesas), Julia Roberts, Gwyneth Paltrow, Elsa Pataky, Paul McCartney y Alejandro Sanz, entre otros, siguen la dieta macrobiótica.

Se trata de eliminar de la alimentación diaria productos como el azúcar blanco, el pan blanco, los embutidos, la carne, los dulces industriales, las bebidas alcohólicas y los refrescos.

La dieta del sirope de arce la siguen Beyoncé y Naomi Campbell, quienes consumen un refresco a base de agua mineral, jarabe de savia de arce, canela, zumo de limón y cayena, durante varios días en los que el resto de los alimentos están prohibidos.

Pero la palma se la lleva la dieta del grupo sanguíneo de la cantante Cheryl Cole que consiste en reconocer los alimentos que el organismo digiere mejor e idear un programa descartando el resto de nutrientes.

http://www.abc.es/
27.02.2011
Um olhar sobre a Europa


Eu tenho um sonho

Vamos lá romper o impasse da dicotomia entre liberais anémicos e extremistas inflamados, para fazer a Europa avançar, defende o filósofo esloveno

Slavoj Žižek


Quando, há uma década, a Eslovénia estava prestes a juntar-se à União Europeia, um dos nossos eurocéticos lançou uma réplica sarcástica de uma piada dos irmãos de Marx sobre advogados: Nós, eslovenos, temos problemas? Juntemo-nos à UE! Teremos ainda mais problemas, mas teremos a UE para tomar conta deles! É assim que muitos eslovenos encaram hoje a UE: tem algumas vantagens, mas traz também novos problemas (regulamentos e multas, exigências financeiras para ajudar a Grécia, etc.). Vale então a pena defender a UE? A questão põe-se, naturalmente, em saber que UE.

Há um século, Gilbert Keith Chesterton expôs com clareza o fundamental do impasse dos críticos da religião: "Os homens que começam a lutar contra a igreja em nome da liberdade e da humanidade acabam por mandar a liberdade e a humanidade às urtigas, se só eles lutarem contra a igreja… Os secularistas não destruíram coisas divinas; mas destruíram coisas temporais, se isso lhes serve de consolo”.

O mesmo se aplica aos próprios advogados da religião. Quantos defensores fanáticos da religião começaram por atacar a cultura temporal e acabaram à procura de uma qualquer experiência religiosa significativa?

Do mesmo modo, muitos aguerridos liberais estão tão ansiosos por combater o fundamentalismo antidemocrático que acabam por mandar às urtigas a liberdade e a democracia. Se os "terroristas" estão dispostos a destruir este mundo pelo amor a outro mundo, os nossos combatentes do terror estão dispostos a destruir o seu próprio mundo democrático pelo ódio ao dos muçulmanos. Alguns prezam tanto a dignidade humana que estão até dispostos a legalizar a tortura – o expoente máximo da degradação da dignidade humana – para a defender.

Os zelotas estão dispostos a abandonar o seu legado

E não se aplica o mesmo raciocínio ao recente surto de defensores da Europa contra a ameaça da imigração? No seu zelo de proteger o legado judaico-cristão, os novos zelotas estão dispostos a abandonar o verdadeiro cerne do legado cristão: que cada indivíduo tenha acesso imediato à universalidade do Espírito Santo (ou seja, no caso, aos Direitos Humanos e às liberdades); que cada um possa participar nessa dimensão universal diretamente, independentemente do seu lugar específico na ordem social global.

As palavras “escandalosas” de Cristo, segundo Lucas, apontam no sentido de uma universalidade que ignore qualquer hierarquia social: " Se alguém vem a mim e não odeia seu pai, sua mãe, sua mulher, seus filhos, seus irmãos, suas irmãs e até a sua própria vida, não pode ser meu discípulo”. (14: 26)

As relações familiares representam aqui qualquer das ligações sociais étnicas ou hierárquicas específicas que determinam o nosso lugar na ordem global. O "ódio" ordenado por Cristo não é, pois, o oposto do amor cristão, mas a sua expressão direta: é o próprio amor que nos ordena a "desligar" da comunidade orgânica em que nascemos, ou, como disse S. Paulo, para um cristão, não há nem homens nem mulheres, nem judeus nem gregos. Não admira que, para aqueles que se identificam inteiramente com um determinado modo de vida, a imagem de Cristo seja encarada como ridícula ou traumática.

Mas o impasse da Europa vai muito mais fundo. O verdadeiro problema é que os críticos da vaga anti-imigrantes, que pretendem defender esse núcleo precioso do legado europeu, acabam tendencialmente por se limitar ao ritual infinito de confissão dos pecados da própria Europa, aceitando humildemente as limitações do legado europeu e celebrando a riqueza de outras culturas.

Multiculturalismo abstrato contribui para este estado de coisas?

As famosas palavras de William Butler Yeats em “Second Coming” aplicam-se perfeitamente às circunstâncias atuais: "Os melhores perderam toda a convicção, enquanto os piores estão cheios de apaixonada intensidade”. É uma excelente descrição da atual separação entre liberais anémicos e extremistas inflamados, entre muçulmanos e os nossos cristãos. "Os melhores" já não estão inteiramente capazes de se empenhar, enquanto “os piores" se empenham no fanatismo racista, religioso e sexista. Como ultrapassar este impasse?

Um recente debate na Alemanha pode apontar o caminho. Em outubro passado, a chanceler Angela Merkel declarou, numa reunião com novos membros da sua conservadora União Democrata Cristã: "Esta abordagem multicultural, que diz que vivemos simplesmente lado a lado e somos felizes uns com os outros, falhou. Falhou totalmente”. Com isto, fazia-se eco do debate de há um par de anos sobre Leitkultur (a cultura dominante), em que os conservadores insistiam que cada Estado se baseia num espaço cultural predominante, que deve ser respeitado pelos membros de outras culturas habitando no mesmo espaço.

Em vez de lamentar a Europa racista que tem vindo a emergir e que este tipo de afirmações confirma, devíamos ser mais autocríticos e perguntar a que ponto o nosso multiculturalismo abstrato contribuiu para este triste estado de coisas. Se as várias partes envolvidas não partilharem ou respeitarem o mesmo civismo, então o multiculturalismo transforma-se em ignorância mútua legalmente regulada ou em ódio. O conflito sobre o multiculturalismo tem hoje a ver com a cultura dominante: não é um conflito entre culturas, mas entre visões diferentes de como as diferentes culturas podem e devem coexistir, e sobre as regras e as práticas que essas culturas têm de partilhar para poderem coexistir.

Demasiado toleranto, ou não o suficiente?

Devíamos evitar ser apanhados no jogo liberal de "quanta tolerância estamos dispostos a empenhar": devemos tolerar que impeçam os filhos de ir às escolas públicas? Que forcem as mulheres a vestir-se de determinada maneira? Que arranjem casamentos e agridam homossexuais? A este nível, naturalmente, ou nunca somos suficientemente tolerantes ou somos demasiado tolerantes, passando por cima dos direitos das mulheres, dos homossexuais, etc.

A única maneira de resolver o impasse é propor e lutar por um projeto universal positivo, partilhado por todos os interessados. São muitas as batalhas sobre "não há homens nem mulheres, judeus ou gregos", da ecologia à economia.

Há alguns meses, aconteceu um pequeno milagre na Cisjordânia ocupada: às mulheres palestinianas que se estavam a manifestar junto ao Muro juntou-se um grupo de lésbicas judias de Israel. A desconfiança mútua inicial foi dissipada na primeira confrontação com os soldados israelitas que guardavam o Muro, e gerou-se uma solidariedade sublime, com uma mulher palestiniana vestida tradicionalmente a abraçar uma lésbica judia de cabelo vermelho espetado – um símbolo vivo do que deve ser o nosso esforço.

Assim, talvez o eurocético esloveno tenha ficado um pouco aquém, com a sua ironia à irmãos Marx. Em vez de perder tempo com a análise dos custos e benefícios da participação da nossa sociedade na UE, devíamos focar-nos naquilo que a UE representa efetivamente. Ela atua, sobretudo, como um regulador do desenvolvimento capitalista global; por vezes, esgrime com a defesa conservadora da sua tradição. Ambos os percursos conduzem ao esquecimento, à marginalização da Europa. A única maneira de sair deste debilitante impasse é a Europa reanimar o seu legado de emancipação radical e universal. A tarefa é ultrapassar a mera tolerância do outro e passar para uma cultura dominante positiva e emancipadora, capaz de promover uma autêntica coexistência. Não basta respeitar o outro: entreguemo-nos a um esforço comum, pois os nossos problemas são, hoje, comuns.

http://www.presseurope/
The Guardian
Battaglia per la successione
al Dalai Lama


Pechino vara una legge:
"Deve nascere in Cina"


Il regime comunista sfodera per la prima volta l'arma del diritto nella controversia sull'erede del premio Nobel per la pace. Un modo per impedire che possa essere scelta una "reincarnazione" nata e residente all'estero, magari in India

GIAMPAOLO VISETTI


PECHINO - Il Dalai Lama afferma di essere prossimo alla "pensione" e tra Pechino e Dharamsala, sede del governo tibetano in esilio, è braccio di ferro per la successione. Da anni la Cina tenta di assumere il potere di nominare l'erede dell'attuale guida spirituale dei buddisti, completando così la conquista politica e culturale del Tibet. E' una guerra che coinvolge anche l'Occidente, Stati Uniti in testa, combattuta a colpi di sequestri di persona, designazioni unilaterali e promozione di monaci lamaisti a leader del partito comunista. Ma ora, a poche settimane dall'annunciato ritiro di Tenzin Gyatso, 75 anni, XIV Dalai Lama e premio Nobel per la pace, Pechino sfodera per la prima volta l'arma del diritto. L'amministrazione statale per gli affari religiosi, una sorta di ministero che controlla la gestione delle diverse confessioni, ha annunciato il varo di una legge che fissa i criteri per una "legittima reincarnazione di Buddha".


Secondo Pechino il successore del Dalai Lama non potrà reincarnarsi in un territorio diverso da quello cinese. Le autorità comuniste, storicamente atee, stabiliscono cioè che d'ora in poi la guida spirituale dei buddisti non potrà che nascere in Cina, ossia sotto il controllo dei funzionari dello Stato. L'attuale Dalai Lama, nelle scorse settimane, aveva confermato invece che il suo successore non si sarebbe più reincarnato in Tibet, territorio cinese dopo l'invasione del 1959, fino a quando la regione e le altre storicamente tibetane saranno sotto il dominio di Pechino.


Se il Dalai Lama aveva sbarrato la strada all'ascesa al potere del'attuale Panchem Lama, scelto e protetto dai funzionari comunisti, la Cina blocca ora per legge l'opportunità che alla morte del Dalai Lama, o dopo un'inedita abdicazione, la sua reincarnazione possa avere luogo in un bambino nato e residente all'estero, magari in India, senza il via libera delle autorità cinesi.

Ugyen Thinley Dorgje
La "guerra della reincarnazione" buddista è sempre stata delicata. Per secoli i baby-pretendenti al trono del Potala, a Lhasa, hanno corso il pericolo di essere assassinati dai clan dei rivali e in molti casi ciò è avvenuto. Nel 1995, dopo che il Dalai Lama aveva individuato in un bambino tibetano la reincarnazione dell'undicesimo Panchem Lama, ossia del numero due della gerarchia lamaista, il prescelto è misteriosamente scomparso e Pechino ha insediato un proprio candidato al suo posto. Anche l'attuale Karmapa Lama, fuggito rocambolescamente dalla Cina nel 2000 e rifugiato a Dharamsala, pur essendo nato e cresciuto in Tibet conta almeno due contendenti all'eredità di Tenzin Gyatso. L'India, per scongiurare il rischio di scontri tra gruppi di esuli tibetani, impedisce che i pretendenti alla successione del Dalai Lama possano raggiungere il monastero dove è custodito un copricapo nero, simbolo dell'autorità lamaista.

La lotta per la guida spirituale dei buddisti non si limita alla "cinesizzazione per legge" della reincarnazione del Dalai Lama, pretesa da Pechino. Uno scandalo finanziario, che vedrebbe coinvolti i servizi segreti cinesi, scuote da giorni i tibetani in esilio in India. Una montagna di denaro contante, poco meno di due milioni di dollari, è stata trovata dalla polizia indiana nella stanza del Karmapa Lama, poco fuori Dharamsala. Gli agenti sono arrivati al braccio destro di Tenzin Gyatso dopo aver rinvenuto "casualmente" in un'auto una borsa con duecentomila dollari in valuta indiana. Tra i soldi custoditi dal Karmapa Lama ci sarebbero stati anche centomila dollari in yuan, la divisa cinese. Sono così tornate ad esplodere, nonostante le smentite di Pechino, le voci secondo cui il Karmapa Lama è in realtà una spia inviata a Dharamsala dai cinesi. Secondo il Dalai Lama, che difende il suo vice, il denaro è frutto invece delle donazioni dei fedeli, molti dei quali inviano offerte dal Tibet e da altre regioni della Cina.

Tra leggi sulla reincarnazione e spy story, la successione per la leadership buddista si infiamma. L'unica cosa certa è che quando finirà il regno del XIV Dalai Lama, il passaggio di consegne non sarà indolore.
http://www.repubblica.it/
26.02.2011
LIBROS / Ensayo, Poesía y Narrativa Memorias

No ser nadie

Luis Muñoz

Foto – Belgrado, 23/7/41 - AP

Memorias. Aunque Charles Simic diga, justo al comienzo de estas memorias, que el relato de su vida no tiene nada de particular, por sus páginas desfilan episodios estremecedores como los bombardeos alemanes y aliados sobre Belgrado durante la Segunda Guerra Mundial y la huida a pie junto a su madre y su hermano para pasar a Austria. Los narra con una naturalidad sabrosa y ligera, y dosis de humor, repartidas en cada capítulo, y una centelleante ternura alérgica a los excesos sentimentales. Su esfuerzo por no caer en la autocompasión, aun con la conciencia de haber resultado víctima de dos fanatismos equivalentes por su crueldad, el nazi y el comunista, que se ensañaron con los que llama "personajes de poca monta", entre los que se incluye, hace aflorar en Una mosca en la sopa la dignidad, la autonomía y el colorido de la vida, con, contra y a pesar de la Historia con mayúsculas.

Simic (Belgrado, 1938) está considerado en Estados Unidos, país en el que vive desde 1954, norteamericano. Es allí donde nació a la poesía y donde ha desarrollado su obra. También porque su tradición poética es fundamentalmente norteamericana, aunque con influencia decisiva de autores de otras tradiciones como los surrealistas franceses, los poetas latinoamericanos de la primera mitad del siglo XX y algunos escritores de la antigua Yugoslavia, como el serbio Vasko Popa, de quien ha traducido al inglés alguno de sus libros.

Ha publicado más de veinte volúmenes de poemas, cinco de ensayo, numerosas traducciones, alguna obra para niños, y es un inquieto agitador de la poesía en lengua inglesa. Fue editor de poesía de The Paris Review y ha emprendido proyectos divulgativos como la edición de 1992 de la antología anual The Best American Poetry o la selección New British Poetry, preparada junto al poeta británico Don Paterson, en cuyo prólogo contradice a quienes se lamentan del estado de la poesía actual y creen que los grandes poetas son cosa del pasado. Pasen y vean, viene a decir, y comprobarán cómo hoy se siguen escribiendo poemas memorables.

En España han aparecido traducciones de su obra de Mario Campaña (El mundo no se acaba y otros poemas, DVD), Jordi Doce (Desmontando el silencio, Las cuatro estaciones) y Martín López-Vega (La voz a las tres de la madrugada, DVD), que han conformado una aproximación fidedigna a su relampagueante mundo poético.

Su poesía establece relaciones directas entre las cosas y lo que podríamos llamar su representación imaginativa. Los poemas son recuerdos construidos con materiales de la imaginación, ideas confeccionadas con retales de recuerdos o estados de conciencia ilustrados con imágenes.

Pero son, sobre todo, el laboratorio en el que cristalizan algunas certezas y en el que las sensaciones y las experiencias de la fantasía se convierten en formas primordiales de conocimiento. Su acercamiento a la realidad es abierto, expectante, poroso, el de alguien que, como Simic escribe a propósito de una serie de poetas de su preferencia, no ha decidido aún qué es la realidad.

El primer acierto de Una mosca reside en su tono. Los avatares familiares, la distante relación entre los padres, los juegos a la guerra en plena guerra, los intentos de escapar del país, el paso por distintas cárceles, las largas colas en París para obtener un permiso de residencia, la aventura americana, la recuperación de la figura del padre, los ejemplos de relación directa entre la alegría y una buena comida, el descubrimiento del amor, el jazz, el cine y la poesía, están contados como una charla tranquila con lectores en una sala pequeña. Parece echar a rodar a su memoria y a sus pensamientos delante de nosotros y la voz que escuchamos es la de un confidente brillante y sereno que elige, gracias a la perspectiva de los años vividos, con qué se queda.

Si ponemos frente a frente Una mosca y sus poemas, la operación resulta fascinante: encontramos observaciones, imágenes, fraseos, misterios comunes y, en unas pocas ocasiones excepcionales, dos versiones de los hechos, que darían para un enjundioso estudio sobre las fronteras entre los géneros literarios. Pero lo que sobresale es el poder de propulsión vital y la coherencia de un mundo poético que no ha dejado de explorar en los estímulos secretos, en la energía palpitante de lo que le rodea.


Una mosca en la sopa
Charles Simic
Traducción de Jaime Blasco
Vaso Roto Ediciones. Madrid, 2010
242 páginas. 22 euros
http://www.elpais.es/
26.02.2011